Nuestros pies están bajo presión constante, pero tendemos a pasarlos por alto hasta que algo sale mal. Mantenimiento regular con su podólogo te mantiene móvil y saludable, así que ¿por qué no probar los chequeos regulares de los pies?
Su automóvil recibe un servicio regular, entonces, ¿por qué no ser tan amable con sus pies?
Los pies dolorosos afectan la forma en que nos paramos y nos movemos. Los problemas de los pies alteran nuestra postura y colocan la presión donde no se necesita. Los problemas de rodilla, cadera o espalda siguen fácilmente, por lo que es bueno recordar que las pequeñas cosas tienen consecuencias de largo alcance.
Realmente no puedes decirlo lo suficiente; la prevención siempre es mejor que curar. Muchos problemas son perfectamente tratables, pero es mucho más fácil hacerlo si están atrapados en las primeras etapas.
Maíz, callos, uñas encarnadas y las infecciones fúngicas (por nombrar solo algunas) se vuelven dolorosas e incapacitantes si no se tratan. Los chequeos regulares de los pies aseguran que los problemas se detecten antes de que progresen demasiado. Por supuesto, una vez que se ha desarrollado una afección, aún se puede tratar con éxito, pero puede llevar más tiempo o requerir un procedimiento más invasivo.
El mantenimiento continuo es vital para las afecciones crónicas. Por ejemplo, la diabetes a menudo conduce a problemas de circulación, daño nervioso y úlceras. La pérdida de sensibilidad es particularmente preocupante, ya que los pacientes pueden desconocer los problemas hasta que se agudizan. Un chequeo regular significa que no tiene que preocuparse por perderse algo importante.
Osteoporosis y artritis son otros ejemplos de condiciones que necesitan una gestión constante. Con numerosos huesos, articulaciones y tejidos blandos en las extremidades inferiores, los pacientes son susceptibles a una variedad de problemas en los pies – arcos caídos, dedos en martillo, juanetes, problemas de movilidad y fracturas, por ejemplo.
La fascitis plantar y la tendinitis de Aquiles son dolorosas, debilitantes y propensas a reaparecer. Tu podólogo puede mantenerlos a raya. Técnicas como la formación de hielo, el estiramiento suave o la Terapia de Ondas de Choque (ESWT) son ideales para aliviar las molestias, fomentar la buena circulación y promover la curación.
Todos deben usar calzado cómodo, de apoyo y amortiguador, incluso si estás en la mejor salud. Si sufres de algún problema con los pies, los zapatos correctos son esenciales – sin ellos, solo empeorarás las cosas.
Su podólogo analiza su marcha, postura y estilo de vida para determinar los mejores zapatos para usted. Pueden encajarte con ortesis personalizadas que tienen muchos beneficios. Mejoran la función del pie y los problemas posturales, alivian la presión en áreas sensibles y brindan apoyo para lesiones deportivas, problemas de Aquiles y fascitis plantar.
Cualquier actividad física ejerce una presión adicional sobre las extremidades inferiores. El ejercicio es esencial para todos nosotros, pero los movimientos repetitivos pueden crear lesiones por uso excesivo.
Las rodillas y los tobillos son particularmente vulnerables, pero el calzado adecuado, además de los ejercicios de calentamiento y enfriamiento, contribuyen en gran medida a prevenir el estrés innecesario en las articulaciones complejas. Su podólogo lo guiará a través de las mejores técnicas y los ejercicios más apropiados para mantener sus extremidades inferiores sanas y sin dolor.
Regular chequeos de pies y mantenimiento es algo bueno a cualquier edad. Los niños y adolescentes en crecimiento experimentan problemas como pies planos, verrugas o rodillas. Las personas mayores pueden ver callos y juanetes arrastrándose, y las personas mayores pueden estar lidiando con diabetes o artritis.
La frecuencia depende de su salud y edad – su podólogo sabrá lo que es correcto para usted.