Todos hemos pasado por eso, ¿no? Lesionarse no es divertido, como tampoco lo es tener dolores y molestias persistentes, especialmente cuando estás en racha con tu rutina de ejercicios. Es frustrante estar fuera de acción, pero quizás más cuando no puedes calcular tu tiempo estimado de recuperación total. Muy a menudo, no existe una fórmula única para determinar cuándo estás listo para volver a la actividad habitual. Nuestros podólogos han enumerado sus 5 consejos principales para guiarte en este proceso.
Es fundamental que su médico , podólogo o fisioterapeuta le dé el visto bueno . Esto significa que su lesión se ha curado hasta un nivel en el que es seguro comenzar con los ejercicios de rehabilitación.
Si le resulta doloroso dar los primeros pasos al levantarse de la cama todas las mañanas, es probable que tenga dolor matutino. Además, si siente dolor después de hacer actividad física o después de descansar, probablemente aún no esté listo para volver a retomar su rutina de ejercicios. Pruebe a saltar con una pierna, ponerse en cuclillas o subir y bajar escaleras. ¿Le duele? Si es así, y si aún no ha recibido un diagnóstico, visítenos para que le hagamos una evaluación . Asegúrese de controlar el dolor después de la actividad física, después del descanso o de los primeros pasos después de despertarse.
Un dolor de viaje es esa pequeña molestia que describirías como de 0 a 2/10 durante la actividad o el descanso, siendo 10/10 el peor dolor que hayas sentido. En nuestra experiencia, si tu dolor está en este rango (0-2 de 10), probablemente estés listo para comenzar tu regreso a la actividad . Si tu dolor supera 2/10, te recomendamos que vuelvas a tu podólogo o fisioterapeuta para una revisión para asegurarnos de que puedas volver a empezar lo antes posible.
El movimiento es medicina. Recuerde esto. Las investigaciones nos dicen que si no lo usa, lo pierde. El descanso es importante en la fase aguda de una lesión, pero empezar pronto y mover la extremidad o articulación lesionada es una excelente manera de comenzar su rehabilitación. Según la gravedad de su lesión, se recomienda un buen programa de fortalecimiento y acondicionamiento , especialmente uno que integre ejercicios de equilibrio y coordinación. Juntos, estimulan las células musculoesqueléticas para que se remodelen y hacen que su cerebro se conecte con sus músculos, tendones y articulaciones como una actualización de software. El movimiento también es importante para reducir el riesgo de lesiones antes de que ocurran, así como para reducir el riesgo de volver a lesionarse en el futuro.
Por último, si todavía sientes dolor o simplemente quieres reducir la posibilidad de que se repita una lesión, hay algunos factores a tener en cuenta.