Un tendón es un tipo de tejido corporal que conecta el músculo con el hueso. Si un tendón se inflama, duele e hincha, la condición se llama tendinitis.
En tus manos, hay los llamados tendones extensores que conectan los músculos a los huesos que te permiten mover los dedos. En tus pies, los tendones extensores conectan los músculos que lo ayudan a levantar los dedos de los pies y flexionar los pies hacia los huesos. Si uno de los tendones extensores de su pie se inflama, tiene un tipo de condición inusual llamada tendinitis extensora.
Los tendones extensores de los pies se denominan extensor hallucis longus, extensor hallucis brevis, extensor digitorum longus y tibialis anterior.
Está en riesgo de padecer esta afección si tienes un empeine alto. Por el contrario, si aterrizas en la parte interna de tu pie cuando caminas, también eres un candidato principal. Si eres corredor, bailarín, esquiador o patinador sobre hielo, es más probable que tengas tendinitis extensora debido al calzado con cordones apretados que requieren estas actividades.
El síntoma principal de la tendinitis extensora del pie es el dolor en la parte superior del pie. A menudo está justo donde están los cordones de tus zapatos. Puedes sentir este dolor mientras corres o caminas.
A veces, hay un hinchazón visible o una protuberancia en el tendón extensor que está lesionado o inflamado.
Los podólogos en Valencia pueden diagnosticar la tendinitis con solo un examen físico y un historial médico. Sin embargo, si a su podólogo le preocupa que tu dolor pueda deberse a otra afección del pie, es posible que ordene una radiografía o una resonancia magnética.
La mayoría de los casos de tendinitis se deben a movimientos repetitivos y se desarrollan con el tiempo. Sin embargo, también pueden ocurrir debido a una lesión repentina.
La tendinitis extensora, en particular, puede ser causada por:
Algunos casos de tendinitis extensora se pueden tratar en casa. Descansa el pie afectado durante dos o tres días. Úsalo lo menos posible para darle un descanso a los tendones.
Mientras descansas el pie, ponle hielo durante 20 minutos cada dos o tres horas.
Envuelve una venda elástica alrededor del área lesionada para reducir la inflamación o usa un aparato ortopédico. Asegúrate de que el vendaje o aparato ortopédico no esté demasiado apretado y quítatelo antes de irte a dormir.
Intenta aflojarte los cordones de los zapatos o prueba diferentes zapatos para ver si eso ayuda. También puedes agregar un poco de relleno debajo de la lengüeta de tu zapato antes de volver a la actividad.
Si tu tratamiento en el hogar no ayuda a tu pie después de dos o tres días, debes ponerte en contacto con un podólogo o médico.
Tu médico puede recomendarte medicamentos de venta libre o recetados, como los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) . La aspirina y el ibuprofeno se encuentran entre los más comunes. Estos están disponibles como medicamentos orales y tópicos.
La fisioterapia puede ayudar a fortalecer los músculos y estirar los tendones extensores para reducir el dolor.
Si probaste los tratamientos anteriores y todavía tienes dolor en el tendón, tu médico puede recomendarte la punción seca. Durante este procedimiento, un médico inserta una aguja en el tendón para detener un mayor daño y promover la curación.
Si el tejido cicatricial es la causa de la tendinitis, un dispositivo de ondas ultrasónicas puede ayudar a eliminar el tejido cicatricial y aliviar el dolor.
Si tienes tendinitis grave y el tendón ha comenzado a separarse del hueso, es posible que se requiera cirugía.
Los siguientes consejos pueden ayudarlo a prevenir la tendinitis extensora: