Los corredores esperan un cierto riesgo con su deporte, como todos los atletas, y saben que existe la posibilidad de que acaben siendo uno de los muchos corredores lesionados. Uno espera que acabe sufriendo una rodilla de corredor u otra dolencia común, pero a veces el dolor que está experimentando no parece encajar en ninguna de las categorías habituales y una búsqueda de lesiones similares no parece arrojar demasiados resultados. Si es así, es posible que tenga tendinitis peronea.
Una de las causas del dolor en la parte externa del tobillo y del pie es la tendinitis peronea. La función principal de los tendones peroneos es estabilizar el pie y el tobillo y protegerlos de los esguinces. Los corredores que corren por pendientes, lo que provoca que el pie se desplace hacia afuera, son más susceptibles a la tendinitis peronea.
Entonces sospecha que tiene tendinitis peronea, ¿ahora qué hace?
La tendinitis peronea se produce cuando los tendones se inflaman. Esto puede ocurrir cuando hay un uso excesivo de los tendones, lo que hace que rocen contra el hueso. El tendón es una banda de tejido que une el músculo al hueso. Hay dos tendones peroneos que recorren la parte exterior de la parte inferior de la pierna. Estos tendones proporcionan estabilidad al tobillo y lo protegen de los esguinces.
Algunos de los síntomas comunes incluyen: dolor en la parte posterior del tobillo, dolor que empeora con la actividad, dolor al girar el pie, hinchazón en la parte posterior del tobillo, inestabilidad al soportar peso y un área que está caliente al tacto.
Es importante determinar si el dolor proviene de los tendones y no del peroné. Utilizaré una variedad de técnicas durante un examen físico para buscar síntomas. También se pueden utilizar radiografías, ecografías y resonancias magnéticas para diagnosticar si es necesario.
Hemos elaborado una guía de ejercicios y estiramientos para el cuidado en el hogar para tratar la tendinitis peronea. Utilice esta guía como primer paso para ayudar a aliviar el dolor.
¿El tratamiento en casa no funciona? ¿Y ahora qué? Tal vez sea el momento de considerar un tratamiento más agresivo en mi consultorio. Ofrezco varias opciones de tratamiento para ayudarlo a controlar esta afección.
En general, la mejor práctica es evitar correr si estás lesionado. La buena noticia es que esta afección no parece ser demasiado resistente a la curación. Por lo tanto, con el programa de rehabilitación adecuado y un poco de paciencia, ¡pronto podrás volver a correr!
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