Las fracturas por estrés son pequeñas grietas o roturas en el hueso. Pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero son particularmente comunes en los metatarsianos del pie.
Estos huesos conectan el tobillo con los dedos de los pies y desempeñan un papel vital en el correcto funcionamiento de los pies. Cualquier problema con los metatarsianos tiene graves consecuencias para tu movilidad.
Todo el peso de tu cuerpo pasa por tus pies cada vez que das un paso. Tus pies deben absorber esta presión de manera efectiva para evitar lesiones constantes. De hecho, los metatarsianos son tus amortiguadores. También forman parte del arco del pie y actúan como estabilizadores.
No sorprende que los metatarsianos reciban un golpe constante, aunque para eso están diseñados. Generalmente es el uso excesivo lo que los hace susceptibles a sufrir lesiones, por lo que los deportistas, los militares o cualquier persona que pase mucho tiempo de pie pueden estar en riesgo.
Las fracturas por sobrecarga son dolorosas, pero no necesariamente al principio. Al principio puede que notes un poco de hinchazón pero nada más. No ignores esto ni ningún cambio en tus pies, aunque parezcan insignificantes en ese momento. Seguramente habrá una razón y, si ignora una fractura por estrés, es probable que empeore.
Las fracturas por tensión tienden a seguir un patrón. Al principio, el dolor es leve y puede aliviarse cuando descansa. A medida que pasa el tiempo, empeorará, incluso sin actividad física intensa.
Con el tiempo, el dolor aumenta y persiste, y es posible que notes hinchazón y sensibilidad alrededor del área afectada. Usar cualquier tipo de calzado, e incluso caminar, resultará extremadamente incómodo.
Si sospecha que tiene una fractura por estrés, hay ciertas cosas que puede hacer de inmediato.
Con suerte, estas medidas ayudarán a aliviar los síntomas y evitarán que la fractura empeore. Sin embargo, siempre es aconsejable buscar una segunda opinión.
Podólogo Xativa, podemos apoyar tu recuperación de varias maneras.
Es posible que le resulten útiles otras pruebas y podemos orientarle en la dirección correcta: una radiografía o una resonancia magnética, por ejemplo.
Para obtener consejos tranquilizadores, hable con un podólogo experimentado en una de nuestros podólogos en Xàtiva